17 febrero 2007

Hacia el origen

Una vez leí esta frase escrita por Albert Einstein, o al menos eso decía en la agenda donde la encontré:
“Derrama flores por dondequiera que camines, pues nunca volverás a pasar por el mismo lugar”
Ella me llevó directo a la tapa del cuaderno de notas, que estrenaba al comienzo del año 2006, y me dediqué estas palabras que hoy les dedico también a ustedes:
“ Y que tus flores sean la guía en el camino de regreso; cuando después de mucho andar decidas volver a recibir un abrazo de bienvenida, a relatar tus épicas aventuras, a mirarte en el espejo de tu propia sangre y a reafirmar tu procedencia, tu historia.
Que las flores que has derramado te devuelvan, paso a paso, al origen de tu vida, que te lleven hacia vos misma…
He aquí mi deseo: Derramar flores por el mundo a medida que lo caminamos, y dejar que ellas, al final del viaje nos guíen el regreso.”

3 comentarios:

Face dijo...

Y pensar que einsten no tenia religion ni creia en las religiones.. y tan misticas sus palabras.
Hermosa interpretacion Coni, ojala ese deseo se materialize, hay demasiadas flores por recoger en nuestro tan largo camino como humanidad hacia nuestra esencia original, para descubrir lo que en realidad somos.
Me recuerda de alguna manera a los campos de trigo del Principito, esos lazos que vamos a crear y que van a anidar en lo profundo de nuestro ser, como derramar flores en el camino, como regoger las mismas en la vuelta a casa.

Mas linda que la tuerta dijo...

Face, me algero que este pequeño escrito te haya llevado hasta el Principito... un honor para mí guiarte así hacia uno de mis libros favoritos!!!
Gracias por este primer comentario.

Primo Louis dijo...

"He aquí mi deseo: Derramar flores por el mundo a medida que lo caminamos, y dejar que ellas, al final del viaje nos guíen el regreso.”

Excelente, un final redondo (¿o cuadrado?).
Me alegra que hayas incursionado en esto de publicar. Cómo te dije, creo que la blogosfera merecía conocer tus textos.
Felicidades!